Los beneficios para la salud de las... algas marinas

A pesar de su reciente estado de moda y superalimentación, las algas marinas se han utilizado en todo el mundo desde hace miles de años, pero han sido una parte importante de la dieta asiática durante el período más largo, en particular en el Japón, Corea y China. Se cree que existen más de 10.000 especies de algas marinas, lo que refleja su inmensa diversidad, tanto en sabor como en propiedades nutricionales. Las especies de algas más populares son el nori, que se seca en láminas y se utiliza ampliamente para hacer sushi. Otras variedades comunes son dulse, arame, wakame, kelp y spirulina. Las algas marinas también tienen una larga historia en la medicina, el folclore, la agricultura y la alimentación de la antigüedad en Europa, especialmente en Irlanda.

Las algas viscosas y resbaladizas han sido anunciadas como el nuevo superalimento imprescindible. Entonces, ¿es realmente saludable o sólo es una exageración mediática? Sigue leyendo para descubrir el perfil nutricional de las variedades más comunes, además de formas ingeniosas de ponerlo en práctica en tu propia cocina...

Beneficios nutricionales
Hojas cuadradas de algas secas

Los vegetales marinos están llenos de nutrientes. Vienen en una multitud de colores, texturas, formas y tamaños, todos los tipos contienen un rico suministro de minerales, principalmente calcio, cobre, yodo y hierro. También son ricas en proteínas, fibra y vitaminas, en concreto en vitamina K y ácido fólico, al tiempo que son bajas en calorías y grasas.

Gracias a su impresionante perfil nutricional, las algas marinas son beneficiosas para la salud y se cree que ayudan al cuerpo a combatir las enfermedades. Los japoneses tienen una de las expectativas de vida más altas del mundo, y un hábito dietético significativo y destacado es su consumo regular de algas marinas. Las algas marinas contienen una molécula conocida como fucoides, que se cree que son responsables de estos impresionantes beneficios para la salud, contribuyendo no sólo a la esperanza de vida general, sino también a la inmunidad y la función cardiovascular.

La búsqueda del umami -o el quinto sabor- por parte de chefs y comensales por igual ha puesto de relieve otro componente clave de las algas marinas: su alto contenido de glutamato, un aminoácido, necesario para el funcionamiento normal del cerebro. El Dashi, un caldo tradicional japonés, anunciado como la "madre" del umami, tiene como ingrediente principal las algas marinas. Las investigaciones sugieren que es el alto contenido de glutamato de ciertas algas marinas lo que proporciona el sabor umami.

Qué hacer con las algas
Dos tazones de sopa de miso con cebolleta picada a un lado

Las algas suelen secarse en hojas y añadirse a un plato durante la cocción, o se remojan en agua para ablandarlas antes de comer.
El Kombu es un alga marrón, preferida por su sabor fuerte y rico en minerales y a menudo utilizada en sopas.
El arame, otra especie de alga, tiene un sabor ligeramente dulce y una textura firme, lo que la convierte en un atractivo complemento para muchos platos, incluso para los productos horneados. A veces vendidas como copos o gránulos, las algas marinas se utilizan cada vez más como sustituto de la sal. Los fideos de algas, que no requieren cocción, son una buena alternativa sin gluten, ya que son bajos en calorías pero altos en calcio.
Advertencia de seguridad
Una concentración tan alta de ciertos nutrientes puede ser problemática para algunos, por ejemplo, el consumo excesivo de vitamina K puede interferir con los medicamentos anticoagulantes. Ciertas algas marinas tienen un alto contenido de potasio, lo que puede causar problemas a quienes tienen problemas de riñón. Si bien el contenido de yodo lo hace especialmente beneficioso para la salud de la tiroides, el consumo excesivo de yodo puede tener el efecto contrario. Si usted está tomando alguno de los medicamentos mencionados anteriormente, tiene una condición médica relevante o tiene alguna preocupación hable con su médico de cabecera.
El dulce es un alga marina con una textura más suave y masticable. Es comúnmente consumida en forma seca como un bocadillo, como una alternativa saludable a las papas fritas.